Sus escasos 20 metros de longitud la convierten en una pequeña cala en la que los pinos llegan casi al mar. Es un lugar idóneo para que tomen el baño los más pequeños y para practicar buceo y submarinismo.
Playa salvaje, de cantos rodados y roca, desde la cual se puede hacer una pequeña excursión hasta el paraje de la Mar Morta i Roques Negres, una zona de gran interés paisajístico y geológico, que en la Edad Media fue utilizada como cantera para la construcción de muchos de los edificios que hoy se pueden contemplar en el Centro Histórico de Benissa.
Extensión de la playa: 20 m.