Sin duda, Jávea es uno de los rincones más bonitos del Mediterráneo. Sus calas rodeadas por paisajes acantilados y sus aguas cristalinas la convierten en un paraje único para disfrutar de unas inolvidables vacaciones.
Situado a 80 kilómetros al norte de Alicante y englobado dentro de la Marina Alta, es uno de los destinos más concurridos durante los meses vacacionales sobre todo por extranjeros.
Aquí las calas se caracterizan por ser de piedras y rocas y estar rodeadas de paredes acantiladas que dotan al pueblo de unas vistas magníficas. Por ejemplo, la cala de la Granadella es una de las más visitadas debido a su maravilloso paisaje a pesar de su complicado acceso.
También la cala Blanca o la del Portitxol son dos buenas elecciones si quieres disfrutar de un baño cristalino. Además, muchos son los atrevidos que debido a la calidad de sus aguas y lo bonito de sus vistas, se animan a realizar deportes como el Kayak, muy típicos en la zona.
También hay que destacar la cala Ambolo, con no más de 300 metros y una pared enorme a sus espaldas. Aunque hay que mencionar que actualmente se encuentra cerrada por peligro de desprendimiento.